EMBLEMAS DEL PRERROMÁNICO ASTURIANO
Los templos católicos de Santa María del Naranco y San Miguel de Lillo están situados en la falda sur del monte Naranco de Oviedo, a cuatro kilómetros del centro de la ciudad.
Santa María del Naranco
Originalmente, Santa María, no se proyectó exclusivamente como una iglesia, sino como un edificio de uso religioso y civil para acoger la sepultura del rey Ramiro I, tal como avalan recientes hallazgos arqueológicos.
Fue construido en las afueras de la capital en el año 842. Su estilo artístico es el
denominado «ramirense», dentro del prerrománico asturiano.
El complejo arquitectónico al que pertenecía esta edificación comprendía otras
construcciones habitables y la cercana iglesia de San Miguel de Lillo. La destrucción de la cabecera de Lillo y parte de sus naves, conllevó la implantación del culto en Santa María, probablemente durante el siglo XII. La crónica silense de 1150 ya registra Santa María del Naranco como templo.
El templo fue declarado Patrimonio Mundial de la Humanidad por la Unesco en 1985.
Actualmente, Santa María sigue siendo el templo oficial de la parroquia. Sin embargo, al no reunir condiciones para el buen desarrollo de la liturgia, se utiliza habitualmente para el culto la capilla del Monasterio de la Visitación de las Madres Salesas (Avenida de los Monumentos nº 69).
San Miguel de Lillo
Esta llamativa iglesia se encuentra a doscientos cincuenta metros de Santa María.
La iglesia prerrománica de San Miguel de Lillo (Sanmiguel de Liño), dedicada a San Miguel Arcángel, fue mandada edificar hacia el 842 por el rey Ramiro I. El templo se encuentra a unos cien metros de Santa María del Naranco. Posiblemente es, según la crónica albeldense, la que el monarca mandó a construir junto a sus palacios con función de iglesia palatina.
La Unesco la declaró, también en 1985, Patrimonio de la Humanidad.
La comunidad católica de Santa María del Naranco celebra sus fiestas en ambos templos los días 25 de julio y 29 de septiembre, festividades de Santiago Apóstol y San Miguel Arcángel.